El 19 de diciembre, el CES Vasco y sus homólogos de las regiones del Espacio Atlántico, RTA-ATN celebraron en la sede del Comité Económico y Social Europeo, CESE, en Bruselas un acto público de presentación del Informe “Propuestas de la sociedad civil para una mejor implementación de la Estrategia Atlántica de cara a la revisión intermedia de su Plan de Acción”. El acto reunió a representantes de las instituciones europeas, tanto de la Comisión Europea como del Comité de las Regiones y del Comité Económico y Social Europeo, así como de las representaciones permanentes de los Estados Atlánticos y de las delegaciones en Bruselas de los gobiernos de las regiones atlánticas, directamente implicados todos ellos a uno u otro nivel en la implementación de la Estrategia Atlántica.
Los articipantes del público como de la mesa redonda que debatió sobre las conclusiones y propuestas del informe fueron unánimes en destacar la profundidad, realismo y oportunidad del informe, su sintonía con las problemáticas detectadas y la necesidad de actuación sobre las mismas, dándose así inicio a la reflexión sobre la reforma y futuro de la Estrategia Atlántica que tendrá lugar durante 2018.
El trabajo presentado, se ha llevado a cabo en cooperación con los Consejos Económicos y Sociales de las regiones de la fachada atlántica y organismos asimilados asociados en el seno de la Red Transnacional Atlántica de agentes económicos y sociales, RTA-ATN, que preside actualmente Francisco José Huidobro, presidente del CES Vasco.
El Consejo Económico y Social Vasco, y sus homólogos atlánticos, son conscientes de la importancia de que la Estrategia Europea Atlántica, adoptada en 2011, e implementada a partir de un Plan de Acción aprobado en 2013, resulte un éxito. Y ello por un doble motivo. Por su relevancia para impulsar la economía marítima de Euskadi, en donde contamos con activos muy importantes a desarrollar y poner en valor, y porque solamente si la estrategia se implementa con éxito será posible avanzar hacia cotas superiores y más ambiciosas de cooperación a escala atlántica y afrontar el futuro en igualdad de condiciones con las cada vez más numerosas áreas geográficas de la UE que ya disponen de auténticas estrategias macrorregionales, instrumentos específicos de impulso del desarrollo de las potencialidades socioeconómicas regionales.
Es por ello que el CES Vasco y sus socios atlánticos de la RTA eligieron trabajar sobre las condiciones para la buena realización de la Estrategia Atlántica, pulsando la experiencia de los agentes de la economía marítima de las regiones atlánticas y analizando la arquitectura e instrumentos del proceso de implementación de la Estrategia Atlántica, para elevar recomendaciones a las instituciones europeas que contribuyan a que los territorios atlánticos y los agentes sobre el terreno cuenten con medios e instrumentos aptos para el impulso de las actividades que permitan el logro de los objetivos de la Estrategia Atlántica.
Este Informe ha sido elaborado con el objetivo de que pueda contribuir a la mejora de las debilidades que presenta actualmente la implementación de la Estrategia Atlántica. Es por ello que surge en el momento en que la Comisión Europea efectúa la evaluación intermedia y revisión de la aplicación del Plan de Acción de la Estrategia y tiene prevista la modificación de los aspectos que resulte necesario corregir para la mejor consecución de sus objetivos a la finalización del Actual Plan de Acción en 2020 y en el periodo post 2020.
El Informe se centra en la dinámica de funcionamiento y evolución de los instrumentos puestos a disposición de la implementación de la Estrategia durante 2016 y los primeros compases de 2017. Las fórmulas existentes en el ámbito de otras estrategias, particularmente la de la Región del Báltico, son un importantísimo prisma de referencia para este trabajo. Pero el elemento metodológico más importante consiste en la consulta que cada CES participante ha llevado a cabo entre los agentes de la economía marítima de su región sobre la base de un cuestionario común sobre cómo se han materializado, o no se han materializado, las ideas de proyecto de Estrategia Atlántica de los actores, y las dificultades y/o apoyos que han encontrado en ese empeño, incluido el funcionamiento de los fondos y programas de financiación europea.
Las problemáticas que se han identificado se centran en las dificultades de obtención de financiación, la ausencia de mecanismos de anclaje de los proyectos con la estrategia con la consiguiente pérdida de visibilidad de la Estrategia y la escasa utilidad que los operadores perciben en la Estrategia como motor de proyectos con capacidad de dinamización de la economía azul.
El informe ofrece un amplio conjunto de propuestas y recomendaciones bajo el objetivo global de “Posicionar la Estrategia Atlántica como un marco estratégico operativo y eficaz de reflexión y de actuación”, que descansa sobre tres pilares básicos: