INCERTIDUMBRE
PERSISTENTE
El
Consejo Económico y Social Vasco, entre cuyas funciones se
encuentra la de elaborar anualmente una memoria en la que se expongan
sus consideraciones sobre la situación económica y
social en la Comunidad Autónoma del País Vasco, aprobó
por unanimidad, en sesión plenaria ordinaria celebrada el 28
de junio de 2023, el documento que a continuación se presenta.
Como
ente consultivo del Gobierno Vasco y del Parlamento Vasco, el CES
vasco analiza cada año la situación económica y
social a partir exclusivamente de datos oficiales. No es función
de este Consejo, sin embargo, replicar los numerosos datos y
estadísticas, sino expresar consideraciones al respecto.
Nuestro cometido reside en aportar valor añadido a las
estadísticas e informaciones publicadas por fuentes oficiales,
contextualizando su evolución en el tiempo, constatando
avances y retrocesos, anticipando evoluciones e incorporando
advertencias y consideraciones, de manera contrastada y consensuada.
En definitiva, realizar un análisis que desemboque en la
presentación de propuestas compartidas desde la
“representación cabal de la sociedad” que es el
CES.
2022
arrancaba con los coletazos de dos años de pandemia y un halo
de incertidumbre. La irrupción de la guerra en Ucrania
incrementó esta sensación, así como la escalada
de la inflación, que llegó a unos niveles no vistos en
décadas. En este contexto, quedó remarcada la necesidad
de que las administraciones públicas centraran la política
fiscal y presupuestaria en los servicios públicos esenciales
(fundamentalmente la sanidad y los servicios sociales), así
como en la educación y la investigación, para combatir
las crecientes necesidades sobrevenidas de esta situación.
La
Memoria Socioeconómica 2022 recoge el crecimiento económico
registrado en Euskadi, crecimiento que ha permitido mantener la
recuperación del empleo (el año se saldó con un
incremento del PIB del 4,4 % y un crecimiento del empleo del 3,1 %).
No obstante, es necesario advertir sobre los datos mostrados por
EUSTAT en relación con la pérdida de empleos en el
sector industrial, sector que, siendo una pieza imprescindible del
sistema productivo vasco, ha registrado una tasa de ocupación
del -2,8 % respecto a 2021.
Por
otro lado, aunque los principales indicadores revelan un aumento de
la ocupación que ha permitido recuperar la situación
prepandémica, y a que la reforma laboral ha logrado un balance
anual de mejora en calidad del empleo, sigue siendo necesario prestar
atención a la persistente incidencia del desempleo de larga
duración, al desempleo de determinados colectivos que muestran
mayores dificultades de inserción y a la temporalidad en el
empleo público. Por ello, es necesario reforzar las partidas
públicas destinadas al empleo y aprovechar los fondos europeos
de recuperación.
En
cuanto al panorama demográfico, a lo largo del documento es
posible constatar la profunda crisis demográfica a la que se
enfrenta Euskadi. Utilizo el término crisis pensando en su
primera acepción de la RAE, “cambio profundo y de
consecuencias importantes”. De este cambio deriva la necesidad
de situar el reto demográfico en la centralidad de la agenda
político-institucional. La CAPV registra un crecimiento
natural negativo que no se compensa con los saldos migratorios
positivos. La “Estrategia Vasca 2030 para el reto
demográfico”, aprobada en 2022, debe ser el instrumento
que muestre el camino en una encrucijada en la que se cruzan, no lo
perdamos de vista, cuestiones relacionadas con la economía y
las condiciones materiales de vida, pero también con otras
formas de concebir el desarrollo vital que van a suponer -están
suponiendo ya- una ruptura sociocultural con respecto a nuestro
pasado.
En
lo positivo, un año más Euskadi se mantiene en
posiciones muy favorables en los rankings internacionales de calidad
de vida (IDH), lo mismo que en los distintos ámbitos de la
tasa europea AROPE, así como en gran parte de los indicadores
de la Encuesta de Condiciones de Vida. No obstante, si bien la
Memoria 2021 destacaba mejoras en una parte reseñable de
aspectos relacionados con las condiciones de vida en la CAPV, en 2022
se observan algunas señales de deterioro de dichas condiciones
de vida frente a la mejora del período precedente, de manera
que es necesario prestar seguimiento al aumento de la población
en riesgo de pobreza y exclusión, el incremento del porcentaje
de hogares que no pueden permitirse una comida de carne o pescado al
menos cada dos días y el aumento de la pobreza energética.
Estas variaciones, que podrían estar relacionadas con la
evolución de los precios, no son simples estadísticas,
sino que reflejan la parte más vulnerable -y, por lo tanto, la
que requiere mayor atención- de la fotografía de
nuestra sociedad.
Por
ello, es fundamental mantener, y en lo posible reforzar, un sistema
de protección social comparable a los de los principales
países europeos, porque es una herramienta imprescindible para
hacer frente a los retos ya asumidos por nuestra sociedad, a las
crecientes necesidades y a posibles nuevos retos y realidades.
Concluyo
con la invitación a seguir leyendo esta Memoria y conocer los
retos que han identificado los agentes sociales y económicos
que integran el CES vasco, así como las consideraciones al
respecto.
Por
último, solo me queda agradecer, una vez más, la
dedicación y el esfuerzo de las personas que integran la
Comisión del CES encargada de la elaboración de esta
Memoria y del personal al servicio del Consejo. A todas ellas, mi más
sincero agradecimiento por su trabajo e implicación.
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documento completo)
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Resumen y Consideraciones)