SEGUNDO
AÑO COVID
2021 ha sido un año de vaivenes, de
incertidumbres, pero también un año de esperanza. Pese
a ser el segundo año COVID, y al terrible azote que la
pandemia ha seguido produciendo, hay cuestiones notables que han
destacado en positivo. La más importante, la que abría
la puerta a la esperanza con mayúsculas, ha sido la vacuna. La
encomiable gestión sanitaria para hacérnosla llegar y
la no menos destacable aceptación ciudadana ha permitido
afrontar un año que, con todos sus peros, ha mirado ya de
frente a un futuro post-pandemia.
Pese a ello, no hay Memoria ni Informe de
gestión, tanto público como privado, que pueda
abstraerse de los daños que el virus, en su segundo año
entre nosotros, ha causado. No obstante, a pesar del difícil
contexto de emergencia sanitaria, el Consejo Económico y
Social Vasco ha desarrollado sus funciones con la máxima
normalidad posible dentro de un contexto cambiante en función
del impacto del COVID a lo largo del año.
En 2021 se ha recuperado de manera notable la
actividad dictaminadora, principal función del Consejo. El CES
vasco se pronunció en ámbitos de calado y gran impacto
social, como fueron los casos del proyecto de Decreto de la
Gobernanza Sociosanitaria y del Anteproyecto de Salud Pública
de Euskadi, elaborados por el departamento de Salud del Gobierno
Vasco, o el Anteproyecto de Ley del Sistema Vasco de Garantía
de Ingresos y para la Inclusión, redactado en este caso por el
Departamento de Trabajo y Empleo del Ejecutivo Autónomo. Son
tres ejemplos de iniciativas legislativas de gran interés para
amplios colectivos de la población vasca. Como lo son también
las novedades incluidas en el proyecto de Decreto por el que se
regulan las condiciones mínimas de habitabilidad de las
viviendas y alojamientos dotacionales en la Comunidad Autónoma,
proyecto sobre el que el Consejo dictaminó en mayo de 2021.
En un plano diferente, destacó también
el dictamen sobre el anteproyecto de ley en una materia tan sensible
como la Memoria Histórica y Democrática de Euskadi. En
el mismo, el Consejo reconocía que es esencial la acción
institucional para salvaguardar la Memoria, reflexionando sobre lo
acaecido y haciéndolo accesible a las nuevas generaciones,
para preservar los logros del marco actual de libertades y para
reconocer y poner en valor el sufrimiento de quienes lucharon por su
consecución.
Más allá de la actividad
dictaminadora, el Consejo Económico y Social Vasco cumplió
con el mandato legal de elaboración de una memoria
socioeconómica anual, memoria que fue presentada públicamente
en julio, recuperando de esta manera los tiempos y las formas
pre-pandemia.
Por último, y como excelente señal,
2021 ha permitido, en el ámbito de la relación entre
los consejos económicos y sociales de la fachada atlántica
de España y Francia, retomar el ritmo de una actividad mermada
en 2020 por las repercusiones de la pandemia. La Red Transnacional
Atlántica que conforman estos consejos ha alumbrado una serie
de recomendaciones para impulsar la implementación del
Corredor Atlántico, recomendaciones plasmadas en el informe
“Hacia una revisión de la TEN-T para el espacio
atlántico”. Con esta aportación, los consejos
económicos y sociales integrados en esta Red han querido
reforzar su compromiso de trabajar conjuntamente sobre aquellas
materias que, teniendo una dimensión suprarregional, tienen un
impacto importante y directo sobre cada uno de nuestros territorios.
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