Bilbao, 16 de Marzo de 2018.
El Consejo Económico y Social vasco ha presentado esta mañana en Bilbao el estudio de iniciativa propia titulado “La empleabilidad de la juventud de la CAPV y el acceso al mercado laboral desde una perspectiva regional europea comparada”. El CES decidió emprender este trabajo por la relevancia de la cuestión abordada -“en la medida en que su adecuada implementación es garantía de futuro para cualquier sociedad”- y ante los profundos y acelerados cambios que está produciendo la nueva revolución industrial, el “contexto 4.0” (fábricas inteligentes, robots avanzados, big data…), que complican la integración laboral de las personas jóvenes.
En ese contexto, el estudio analiza el panorama demográfico, educativo y del mercado laboral en Euskadi; perfila las características futuras del empleo, teniendo en cuenta las tendencias previsibles de su evolución en el contexto 4.0 y, finalmente, realiza un análisis comparativo de la CAPV con tres regiones europeas de referencia: Baviera (Alemania), Flandes (Bélgica) y Escocia (Reino Unido). Los datos recopilados se han sometido al contraste cualitativo de las opiniones de tres grupos de discusión (Focus Group): el primero de ellos, propuesto por organizaciones empresariales; el segundo, por organizaciones sindicales; y el tercero, por Ikaslan, Hetel, asociaciones de estudiantes de las tres universidades con sede en el País Vasco y el Consejo de la Juventud de Euskadi. El documento final incluye las diferentes visiones y matices aportados por cada grupo.
Como conclusión y recomendación final el CES aboga por la necesidad de conseguir un pacto de país “que nos permita diseñar e implementar políticas que contribuyan a mejorar la empleabilidad de la juventud y la población vasca en general en el contexto 4.0; un pacto construido sobre la base del consenso y la corresponsabilidad de todos los agentes implicados”.
Panorama demográfico, educativo y mercado laboral
El envejecimiento de la población determina el panorama demográfico de la comunidad vasca, en la que disminuye el peso relativo de la población joven, con las implicaciones que ello tiene sobre la población en edad laboral. En los próximos 15 años, la CAPV afrontará un descenso continuado de la población potencialmente activa (16-65 años), que no podrá ser compensado por el leve aumento del colectivo joven (16 a 34 años).
El nivel de formación de las y de los jóvenes es sensiblemente más elevado que el de la población adulta. En el mercado laboral, la juventud registra una tasa de paro superior a la del conjunto de la población activa y las mujeres presentan mayores dificultades para la inserción. La presencia de ellas es menor en los campos técnicos y muy superior en el cuidado de las personas, salud y sanidad. La población joven pierde peso en el mercado laboral y, actualmente, representa algo mas de una quinta parte del total ocupado (21,3%).
En cuanto a las condiciones de trabajo, el 44,2% de las personas trabajadoras jóvenes tiene un contrato temporal; una proporción superior a la media europea (32,6%). En cambio, la contratación a tiempo parcial es similar, aunque en el caso vasco predomina la parcialidad no deseada. Las mujeres registran tasas superiores a las de los hombres y el salario crece según aumenta la edad y la cualificación (en 2014, una media de 1.000 €/mes, frente a 2.154 € en el grupo de 55 y más años).
Características del empleo futuro
La evolución del empleo en Europa prevé una disminución en el sector primario y en las manufacturas básicas y un crecimiento en el sector terciario, sobre todo, en servicios comerciales y a las empresas, en distribución y transporte y en servicios no comerciales. Se estima que una parte muy importante de las oportunidades de empleo en la próxima década tendrán origen en la necesidad de cubrir puestos de trabajo vacantes por jubilación. En el caso de Euskadi, según estimaciones de Lanbide, el volumen de empleo aumentará un 8,7% en el periodo 2015-2025.
Revolución 4.0 y Automatización
En el contexto de la revolución 4.0, las y los trabajadores con baja cualificación serán los más afectados, ya que la automatización de sus empleos es potencialmente mayor. Los futuros empleos van a requerir habilidades o conocimientos diferentes y algunos puestos de trabajo desaparecerán, al tiempo que se crearán otros nuevos, con competencias especializadas y mayores exigencias de cualificación.
La incidencia de la automatización varía según los sectores. Así, hoteles y restauración, industria manufacturera en general, transporte y almacenaje, agricultura, comercio minorista o minería tienen un potencial de automatización muy elevado, por encima del 50%. En el extremo opuesto se sitúan la educación, los servicios de gestión, profesionales y de información, los servicios sanitarios y sociales.
Consideraciones generales
El estudio de iniciativa propia ha permitido al CES consensuar cuatro grandes consideraciones. Son las siguientes: la heterogeneidad del colectivo juvenil, su número decreciente, la situación particular de la mujer y la convergencia en el tiempo de la globalización, la digitalización y el envejecimiento de la población.
Colectivo heterogéneo.
En el que se distinguen claramente dos subgrupos de edad por su diferente posición en el mercado de trabajo: el de 16 a 24 años, con presencia mayoritaria de estudiantes y una tasa de actividad muy baja, y el de 25 a 34 años, con una tasa de paro (17,8%) que pone de manifiesto las dificultades para el acceso al mercado laboral. La inserción laboral está muy relacionada con los estudios elegidos (mayor en estudios técnicos y salud en la CAPV) y resulta más compleja en los niveles de cualificación inferiores. El contrato laboral predominante es temporal (sólo el 4% fue indefinido en 2016), con un aumento de la jornada parcial, “unas condiciones que contribuyen a crear trabajadores/as poco motivados/as y poco involucrados/as en el futuro de la empresa”. El informe propone replantear las cuestiones relativas a la formación y orientación del subgrupo de menor edad y mejorar las condiciones de trabajo del de mayor edad.
Mujeres jóvenes
Las mujeres jóvenes presentan una situación singular, ya que concentran tasas mayores de desempleo y menores de actividad, así como mayor ratio de trabajo a tiempo parcial. Su salario es inferior y la participación femenina es reducida en los campos técnicos y muy alta en el cuidado de las personas, salud y sanidad. Para el CES, “resulta imprescindible promover un cambio cultural que oriente y facilite el acceso de las mujeres jóvenes hacia familias profesionales y estudios universitarios que tienen y van a tener una mayor inserción laboral y en mejores condiciones, así como desarrollar acciones que favorezcan su desarrollo profesional”.
Dificultades para el relevo generacional
Otro de los problemas que desvela el estudio está relacionado con las dificultades de relevo generacional, una situación que “supone una amenaza, pero también conlleva oportunidades”. El CES propone introducir medidas de gestión de la edad de las plantillas por parte de empresas, agentes sociales e instituciones, para garantizar un relevo ordenado y un acceso de las personas jóvenes al mercado de trabajo en condiciones de estabilidad y de calidad.
Convergencia de Globalización, Digitalización y Envejecimiento
El informe advierte sobre otro fenómeno preocupante: la convergencia en el tiempo, “a un ritmo muy acelerado”, de la globalización, la revolución 4.0 y el envejecimiento de la población vasca. El estudio analiza el cambio en el paradigma del empleo, con un escenario difícil de concebir, en el que “desconocemos cuál será el efecto neto en el empleo, positivo o negativo”. Para el CES, el reto no es la digitalización en sí misma, sino la estrategia de digitalización, por lo que propone “anticipar las medidas necesarias que eviten que un número importante de empresas y empleos queden marginados en este proceso”. Un escenario complejo en el que “resulta esencial alcanzar, en un entorno de diálogo abierto a todos los estamentos y agentes involucrados (Gobierno, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales, y otros actores económicos y sociales), los acuerdos que nos permitan no perder las oportunidades que la industria 4.0 abre, sin poner en cuestión la protección laboral de los/as trabajadores/as y la seguridad en el empleo y la competitividad de las empresas”.
Otras consideraciones específicas
Junto a las mencionadas conclusiones generales, el estudio del CES detalla un conjunto de consideraciones específicas, con propuestas concretas. Así:
Mejorar la orientación académica y laboral, “que se debe abordar muchísimo antes del Bachillerato”, dando una importancia clave a la formación y capacitación del personal orientador, con actuaciones que incidan sobre la problemática específica de las mujeres.
Sobrecualificación, subocupación y “efecto desplazamiento”. El informe subraya que el subempleo de las personas jóvenes que cuentan con una cualificación superior a la de su puesto repercute negativamente sobre las oportunidades de aquellas con menor nivel educativo, generando así un “efecto desplazamiento”.
Títulos universitarios y familias profesionales vinculadas a las competencias técnico-digitales. El estudio propone establecer redes estables de cooperación entre instituciones educativas, organizaciones empresariales, sindicales y otros agentes sociales para una evaluación continua de la pertinencia de los estudios y su adaptación a las nuevas necesidades formativas del contexto 4.0.
Formación dual y prácticas curriculares. El CES defiende que “una formación dual eficaz y un sistema de prácticas y becas dignas son clave para que las personas jóvenes adquieran tanto capacidades como experiencia laboral”. En este sentido, considera indispensable que las empresas tengan una expectativa concreta a la hora de implicarse en los planes formativos y que los periodos de prácticas no se extiendan hasta llegar a sustituir a los empleos convencionales.
Incentivar el contrato de relevo. En opinión del Consejo, el contrato de relevo crea empleo de calidad, con las mismas condiciones para las personas jóvenes que las del resto de las personas trabajadoras y consigue, además, una estabilidad para ellas.
Compatibilizar el desarrollo tecnológico con la protección a la intimidad y a la vida personal. La falta de diferenciación entre el tiempo y espacio de trabajo y el de la vida personal es uno de los impactos negativos de la revolución 4.0, que también produce otros efectos positivos (mayor autonomía del tiempo de trabajo, reducción de desplazamientos y del estrés asociado…). En línea con las recomendaciones del CES europeo, el informe aboga por un diálogo constructivo que garantice la protección a la intimidad y a la vida personal.
Composición y dinámica del talento. El Consejo observa la necesidad de un modelo consensuado de retención y atracción del talento, así como de las herramientas para mejorar la contabilidad y trazabilidad de las personas que salen, de modo que se facilite un regreso futuro.
Políticas específicas para los colectivos de jóvenes con mayores dificultades de inserción. Las experiencias de las regiones europeas analizadas en el estudio muestran la conveniencia de desarrollar políticas específicas dirigidas a los colectivos de jóvenes con mayores dificultades de inserción, ante el riesgo de que queden definitivamente fuera del mercado laboral. En este capítulo, el CES entiende que es clave contemplar el fenómeno de la inmigración como aporte fundamental a la estructura laboral de Euskadi y tener en consideración las nuevas realidades sociales del colectivo de jóvenes inmigrantes.
Estadísticas e indicadores de seguimiento y evaluación de los programas implementados. La revolución 4.0 trae consigo la necesidad de nuevos indicadores y nuevas series estadísticas no disponibles hoy en día (por ejemplo, estadísticas sobre modalidades de empleo atípicas) y que van a ser clave en un futuro próximo. Por ello, propone desarrollar y reconsiderar los indicadores y series estadísticas teniendo en cuenta los cambios que se derivan de la digitalización.