Los días 14 y 15 de noviembre se celebró en Limoges una nueva reunión del CES Vasco y el CESER de la Nouvelle Aquitaine, en el marco de su relación de cooperación bilateral.
Limoges constituyó hasta el inicio del año en curso la capital de la Región de Limousin, que a partir del 1 de enero de 2016 quedó fusionada con las Regiones de Poitou-Charentes y de Aquitania para crear la nueva Región de Nouvelle Aquitaine. Las instituciones de la Región se han adaptado a la ampliación experimentada por la Región y el área de cooperación Euskadi-Aquitania, en el que desde hace más de una década trabajan conjuntamente los Consejos Económicos y Sociales respectivos, ha visto incrementado su perímetro territorial, el de las realidades de carácter económico y social que lo componen, así como su potencial para la cooperación.
Desde julio 2014 ambos Consejos Económicos y Sociales trabajan en el ámbito de la innovación y de la transferencia de tecnología para aportar elementos concretos para el desarrollo del Plan Estratégico de la Eurorregión Euskadi-Aquitania en su eje dedicado a la investigación y la empresa, e identificar y contemplar los sectores en que existe un potencial de sinergia y complementariedad entre ambas Regiones. La primera reunión de cooperación bilateral llevada a cabo en la antigua Región de Limousin, ha permitido a las delegaciones de ambos Consejos conocer las capacidades en materia de innovación y transferencia de tecnología de este territorio ahora incorporado a la Región de la Nouvelle Aquitaine.
Las reuniones de Limoges se desarrollaron en las instalaciones del Technopole ESTER, creado en 1993 como un espacio para el intercambio de conocimiento entre la investigación y la industria, apoyo a la creación de empresas innovadoras, creación y desarrollo de proyectos innovadores y de alta tecnología y la prestación de espacios y servicios a las empresas. Desde su establecimiento, se ha convertido en un polo de atracción económica para su región, que cuenta con la implantación de 200 empresas centradas sobre 4 áreas de especialización: la cerámica, la biotecnología, la mecatrónica y la electrónica, la óptica y las micro-ondas. Alberga, además, a dos importantes polos de competitividad, de proyección internacional, como son el Pole Éuropéen de la Cerámica y el Pole Elopsys de Altas Tecnologías, dedicado a la electrónica, la fotónica y el sector digital, y que constituyeron el objeto de las sesiones celebradas entre los CES de Euskadi y de la Nouvelle Aquitaine.
La antigua Región de Limousin, mundialmente conocida por sus porcelanas de Limoges, ha sabido actualizar su savoir faire y hacer la transición de la cerámica tradicional a las cerámicas industriales y técnicas, posicionándose de forma destacada a nivel nacional e internacional.
Las cerámicas son hoy en día materiales para la innovación en muchos sectores de alta tecnología y están en el origen de diversas aplicaciones para la energía, la salud, el transporte, las telecomunicaciones el medioambiente o el hogar, que son parte de nuestra vida cotidiana. Sus extraordinarias propiedades físicas, térmicas y mecánicas, abren perspectivas para encontrar nuevas aplicaciones en el ámbito industrial y la utilización de tecnologías aditivas y digitales ofrecen la oportunidad de todo un nuevo mundo de desarrollo para las cerámicas técnicas y la aplicación de revestimientos cerámicos.
El Pôle Européen de la Céramique de Limousin es el único pôle de competitivité de Francia dedicado a la valorización de las tecnologías cerámicas y reúne a 120 miembros, de los que 95 son empresas industriales, 9 centros de formación, 5 centros técnicos, y 8 laboratorios.
El pôle desarrolla una labor dirigida a impulsar la capacidad de innovación de los actores que lo componen, muy particularmente a través del apoyo que presta al desarrollo de proyectos colaborativos que se centran en las siguientes cuatro áreas:
En cuanto al Pôle Elopsys de Altas Tecnologías, reúne a una centena de entidades que desarrollan productos y servicios innovadores de alto valor añadido en los tres ámbitos tecnológicos, complementarios, que componen el objeto del Pôle, la electrónica, la fotónica y el digital. Dentro de estos tres ámbitos tecnológicos, los miembros del Pôle destacan en las siguientes áreas de excelencia: las hiperfrecuencias, el electromagnetismo y las micro y nanotecnologías en el área de la electrónica, los sistemas láser, las fibras ópticas especiales, la biofotónica y los captadores e instrumentación en el área de la fotónica, y los sistemas embebidos, el tratamiento y análisis de imágenes y los interfaces adaptativos en el área digital.
Los productos y servicios de estas empresas tienen aplicación en muy variados mercados, tales como los sistemas de detección y protección en los ámbitos de la defensa y de la seguridad, la autonomía de las personas, la imagen, el diagnóstico y terapias en el campo de la salud, los objetos conectados y el ahorro y control de la energía en edificios y entornos inteligentes, y diferentes aplicaciones en el mundo de la telecomunicación como las transmisiones securizadas de datos, y el rendimiento y la optimización energética de sistemas.
Junto a las empresas, participan en el Pôle de Competitivité laboratorios de transferencia de tecnología e universidades para colaborar en el desarrollo de proyectos de innovación, tanto programas de I+D colaborativos, como partenariados tecnológicos o comerciales y co-desarrollo de proyectos. En total el Pôle representa 5500 empleos en la antigua Región de Limousin, con 70 empresas y 800 investigadores. Desde su creación en 2005 se han financiado 138 proyectos, por un valor de 318 millones de euros y un monto de 138 millones de euros de ayudas públicas.
El 8 de diciembre se ha producido la fusión del Pôle de Competitivité “Route des Lasers” de la antigua Aquitania, dedicado a la fotónica y el láser, y visitado en una reunión conjunta anterior, con el Pôle Elopsys de Limousin, para conformar el Pôle ALPHA. Con esta reagrupación, el Pôle gana en masa crítica y adquiere una mayor capacidad para generar proyectos y para su acompañamiento hasta el mercado. Apoyará la investigación y la innovación a través de una colaboración reforzada entre laboratorios y empresas, que permitan un mejor direccionamiento hacia mercados emergentes, como puede ser el de la e-salud.
Su objetivo prioritario es el de incrementar la capacidad de atracción de la Región, particularmente a través del desarrollo de actuaciones y proyectos estructurantes intersectoriales dentro de la Región. Prevé también impulsar eventos abiertos a la totalidad de las empresas y la representación del sector en instancias nacionales y europeas. Establecerá, también, partenariados con otros pôles de competitivité o clusters regionales y nacionales.
Actualmente los dos pôles representan 250 empresas entre las que se encuentran las empresas generadoras de grandes pedidos de la Región, como Thales, Dassault aviación, Airbus Safran, Safran Helicópteros, Legrand o Bouygues Construcción. En total, los miembros del nuevo Pôle representan en la Nouvelle Aquitaine cerca de 6500 empleos directos altamente cualificados y cerca de 20000 empleos indirectos. Para 2018, el Pôle espera un total de entre 300 -350 miembros, habiéndose ya identificado unas 150 empresas de la Región que podrían incorporarse y beneficiarse de la expansión y sinergias crecientes del Pôle.
Las visitas a ambos Pôles y a algunas de las empresas y centros de transferencia de tecnología que los integran, han permitido vislumbrar unas capacidades de innovación escasamente conocidas en Euskadi y que ofrecen un potencial de cooperación a tener en cuenta en el desarrollo de los trabajos que el CES Vasco y el CESER de la Nouvelle Aquitaine llevan a cabo. Los trabajos de ambos Consejos sobre la innovación y la transferencia de tecnología en el ámbito de la fabricación avanzada proseguirán con una nueva reunión conjunta que tendrá lugar en el mes de febrero en Euskadi, hasta su culminación con un informe conjunto a finales de 2017.