El nuevo decreto deroga el anterior (Decreto 158/2014, de 29 de julio), que regula la concesión de ayudas a la reestructuración y relanzamiento de empresas en crisis; unas ayudas que se retrotraen al año 2000 y que fueron autorizadas por la Comisión Europea. Sin embargo, este permiso europeo caducó el 31 de diciembre de 2015 y la derogación del decreto vasco resulta “ineludible y necesaria”, según reconoce el CES, aunque la anulación provoca “diversos interrogantes sobre el futuro del Programa Bideratu Berria y sobre el apoyo a prestar a las empresas en situaciones de crisis que requieran de medidas de apoyo financiero para llevar a cabo medidas de reestructuración y relanzamiento”.
Incertidumbre este año
El interrogante principal corresponde al futuro de las ayudas de la convocatoria de este año 2016, como consecuencia de la ausencia reguladora tras la derogación: “Por de pronto, se ha generado un vacío normativo respecto de la implementación práctica de los objetivos del Programa Bideratu Berria del Plan de Industrialización 2014-2016, y desconocemos si éste se suplirá con un nuevo Decreto que ofrezca a las PYMES ayudas de reestructuración y relanzamiento, y, en caso de que ello sea así, cuál será su calendario y si llegará a tiempo para su convocatoria en 2016”, recalca el Consejo Económico y Social vasco.
A juicio del CES, esta situación de incertidumbre se podría haber evitado con la adopción de un nuevo decreto de ayudas, “elaborado de acuerdo con las directrices comunitarias y tramitado ante la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea para su notificación y obtención de la autorización correspondiente”. De este modo, subraya el órgano consultivo, “se hubiera podido evitar la incertidumbre en la que las ayudas públicas derivadas del Programa Bideratu Berria se ven actualmente sumidas, y asegurar la existencia de soporte para la celebración de la convocatoria correspondiente al ejercicio 2016 de las mismas”.