El decreto tiene como objeto ordenar en su conjunto la Formación Profesional para el Empleo, FPE, que constituye la herramienta más completa de las Políticas Activas de Empleo. Con ese fin, recoge las experiencias anteriores y crea un nuevo modelo de gestión que integra en un único sistema el conjunto de las actuaciones de FPE que se desarrollan en la CAPV.
En su dictamen, el CES recuerda que la formación para el empleo tiene una larga trayectoria en el País Vasco y que ha sido objeto de un importante esfuerzo inversor, tanto para cualificar a las personas desempleadas como para mejorar las competencias de las ocupadas, con actuaciones y programas en los que destaca el Servicio Vasco de Empleo Lanbide.
El Consejo valora el esfuerzo del ejecutivo para recoger en una norma las bases del nuevo modelo de FPE, así como la dinámica desarrollada en su elaboración -“la relación con los agentes implicados ha sido intensa y abierta a las distintas sugerencias y aportaciones planteadas”- y resalta las acciones incluidas para responder a las necesidades concretas del tejido productivo, como el Catálogo Vasco de Especialidades Formativas; la formación dual o en alternancia o el apoyo a las empresas en procesos de internacionalización. No obstante, el Consejo subraya algunas cuestiones que preocupan al CES y que le llevan a colegir que el decreto “no acierta a ordenar de manera eficiente el sistema de la FPE, que es precisamente su objetivo”.
Buen funcionamiento de Hobetuz
En sus consideraciones, el CES recuerda los cambios producidos por la ley estatal que regula la FPE en el ámbito laboral (Ley 30/2015, de 9 de septiembre), que ha supuesto una pérdida de protagonismo de los agentes sociales con respecto a la gestión directa e impartición de la formación y una ganancia en cuanto al diseño, planificación, control, seguimiento y evaluación de la oferta formativa.
Una vez definido ese nuevo campo de juego, el CES quiere recordar el buen funcionamiento del sistema de formación para el empleo puesto en marcha por Hobetuz, en el que participan las organizaciones empresariales y sindicales, junto con el ejecutivo: “Si este sistema funciona -defiende el CES-, y teniendo en cuenta el mandato de la Ley 30/2015, lo lógico sería hacer efectivo este régimen de funcionamiento en aquellos ámbitos en los que participan ahora patronal y sindicatos, como es el caso del Consejo de Administración de Lanbide”.
Ámbito competencial y coordinación
El ámbito competencial de cada uno de los órganos que han de dirigir la FPE y el sistema de coordinación que se pretende crear son otros aspectos que preocupan al Consejo, ya que, a su juicio, no quedan despejados. En este sentido, el dictamen se remite a una norma superior, la Ley de Formación Profesional, actualmente en fase de tramitación parlamentaria, que establece un marco competencial claro con respecto a la gobernanza del sistema de la Formación Profesional y que contradice algunos aspectos del decreto analizado.
“Por otra parte -señala el CES en su análisis del decreto-, no debemos olvidar la existencia del Acuerdo Interprofesional de Formación Continua vigente que establece a Hobetuz como órgano encargado de la dirección de la formación de personas trabajadoras en Euskadi y, por último, la presencia del Consejo de Administración de Lanbide y de su Comisión de Formación. En definitiva, con los precedentes que se señalan, consideramos que este Decreto no acierta a ordenar de manera eficiente el sistema de la FPE, que es precisamente su objetivo”.
Dictamen 3/16 sobre el Proyecto de Decreto por el que se ordena la Formación Profesional para el Empleo en Euskadi