Tras quince años de generación de empleo, en 2009 el mercado laboral de la CAPV inició una nueva etapa de descenso en sus cifras de ocupación, que continuó hasta 2013 e implicó una pérdida de casi 100.000 puestos de trabajo, el 10% del total. En 2014, el empleo, según la Encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA) de EUSTAT, se estabiliza, creciendo en 1.400 personas en promedio anual (+0,2%).
Por otra parte, el número de cotizantes a la Seguridad Social se incrementa un 0,3% de media (aunque hasta un 1,4% en diciembre, pues el perfil positivo va afianzándose a lo largo del año). La mejora experimentada por el sector servicios ha facilitado que la evolución de la afiliación femenina haya sido mejor que la masculina, de mayor concentración en actividades industriales y de la construcción. Así, la afiliación femenina ha crecido un 2% en diciembre de 2014 sobre el mismo mes del año anterior, mientras que la de los hombres arroja un modesto 0,8%. Con todo, el colectivo masculino acumulaba al terminar el año cinco meses de incrementos crecientes, por lo que las previsiones para los meses venideros son igualmente favorables, a medida que industria y construcción recuperen las tasas positivas.
No obstante, el número de desempleados/as crece de manera importante en este año como consecuencia del aumento de la población activa, aunque menos que en 2013. La tasa general de desempleo de la PRA alcanza al final del año el 14,5% y un 14,9% de media de los cuatro trimestres, superando la media comunitaria (10% en noviembre de 2014).
Esta evolución permite retornar a niveles de desempleo de año y medio atrás, contabilizándose 152.300 personas paradas según la citada Encuesta, y 165.800, en el mes de diciembre, según los registros de LANBIDE (-1% respecto de un año atrás).
Se trata del segundo año desde el comienzo de la crisis en el que el saldo interanual del paro registrado por el Servicio Vasco de Empleo es negativo, y se detecta, además, que el paro apenas se reduce entre los hombres (-0,1%), mientras que lo hace con mayor intensidad entre las mujeres (-3,3%).
Por edades, se aprecia una fuerte correlación entre descenso del paro registrado y juventud, de manera que disminuye por debajo de los 34 años (destaca especialmente la caída para los menores de 25, que es del 17,5%), mientras que crece ligeramente para los mayores de esa edad (+0,3%).