La Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas de Europa, CRPM, y su Comisión Arco Atlántico, CAA, han celebrado los días 24-26 de septiembre sus asambleas generales respectivas en la región sueca de Västerbotten. El CES Vasco ha participado en estas reuniones en su calidad de Consejo que ostenta la presidencia d la RTA, que es miembro asociado de la CAA, y, dada la relevancia de los asuntos allí abordados, de máxima autoridad europea e incidencia sobre las regiones periféricas y marítimas, entre ellas Euskadi, hemos considerado de interés recoger una síntesis de algunos de los datos y aportaciones de más relevantes.
La Asamblea General de la Comisión Arco Atlántico aprobó un documento sobre energías renovables marinas, dirigido a la Comisión Europea y al Foro de Energías Marinas instaurado por ésta, con el objetivo de llamar su atención sobre las fortalezas de las regiones de la fachada atlántica en esta materia y de plantear propuestas para acelerar el despliegue de las energías renovables marinas de esta fachada. El CES Vasco ha participado en la elaboración de este documento al igual que en uno de los primeros informes sobre energías renovables marinas elaborados en el Atlántico, y referenciado en el documento de la CAA.
De la Asamblea General de la CRPM, destacaremos las sesiones sobre sus tres temáticas centrales: la cohesión, los asuntos marítimos y la accesibilidad.
El 6º Informe de la Cohesión de la Unión Europea, monopolizó los debates sobre la Política europea de Cohesión, constatándose el papel clave que la inversión financiera procurada por la misma ha desempeñado en un contexto de notable descenso de la inversión pública de los Estados durante el periodo de crisis en Europa:
Se constata asimismo el papel de las regiones, dado que en 2013, alrededor del 55% del total de la inversión pública fue efectuada por entidades sub-estatales.
En un área clave para las regiones periféricas y marítimas como es la accesibilidad, se defiende una política de transporte que contribuya a la cohesión territorial, regionalmente equilibrada y policéntrica, lejos de la política actual que pivota sobre el centro, y la potenciación del transporte marítimo, adecuadamente conectado a las rutas terrestres. Ello conlleva importantes oportunidades para las regiones periféricas y marítimas, en cuanto que el 75% del comercio externo UE se canaliza por el transporte marítimo y el 40% del comercio interno. El transporte marítimo está, también, recibiendo un fuerte impulso en el marco de las iniciativas de “crecimiento azul”, pero, al mismo tiempo, la entrada en vigor el 1 enero de 2015 de la Directiva relativa al contenido del azufre en los combustibles de transporte marítimo se cierne como una fuerte amenaza sobre el sector, susceptible de producir una elevación de costes y la transferencia de flujos del mar a la carretera.
A nivel terrestre, el nuevo marco de la política de las Redes Transeuropeas de Transporte, RTE-T, con sus 9 corredores multimodales e integrados, ha puesto en marcha sus nuevos mecanismos de financiación con el lanzamiento de la primera convocatoria del Connecting Europe Facility, con 11.900 millones para proyectos de transporte de las RTE-T.
La dotación total del fondo hasta 2020 es de 26.000 millones, otorgándose una prioridad a los proyectos de la red central (que han de finalizarse para 2030), y destinando un 5 % para proyectos de la red básica, que presenten una dimensión transfronteriza. No obstante, la dotación está muy alejada de las necesidades de financiación de los corredores, cifradas en 250.000 millones de euros. 750 millones se destinan a las Autopistas del Mar.
Se ha creado, asimismo, un Foro por cada corredor, que reúne a todas las partes interesadas en la realización de cada uno de ellos, estados, regiones, operadores y sociedad civil, cuya misión es la elaboración de los programas de trabajo de cada corredor, y constituye una novedosa iniciativa.
En el ámbito de los asuntos marítimos, las propuestas de las regiones son variadas de acuerdo con las diferentes actividades marítimas. Cabe destacar: