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Actualidad del CES Vasco
lunes, 28 abril 2014

Hay que destacar en primer lugar que a pesar de la grave crisis económica que estamos viviendo, las condiciones de vida y el nivel de bienestar de la población vasca se mantienen por encima de los de su entorno.

 

Los niveles de renta y bienestar continúan por encima de la media del Estado y en posiciones muy favorables en el contexto europeo equiparables a países como Finlandia Austria o Países Bajos, referencia de distribución de renta igualitaria.

 

Sin embargo, ya se alertaba en la Memoria de 2012, el deterioro de las condiciones de vida tanto en Europa como en la CAPV no se está dando de manera uniforme sino que afecta más a unos colectivos que a otros. De hecho, se produce una concentración de las situaciones de pobreza:

 

En los hogares cuya persona de referencia ostenta nacionalidad extranjera, los grupos familiares con una persona de referencia sin ocupación estable y menor de 45 años y las familias monoparentales encabezadas por una mujer, igualmente sin ocupación estable.


En este contexto y a la vista de los datos de la EDPS de 2012, el CES llama la atención sobre los siguientes fenómenos.

 

Casi 6 de cada 10 personas afectadas por la pobreza real son menores de 35 años y además su evolución desde 2008 ha sido al alza.

 

9 de cada 10 casos de pobreza real se asocian en Euskadi a hogares encabezados por una persona sin estudios cualificados.

 

El principal punto en común de estos colectivos es la ausencia de ocupación estable en sus personas principales (los hogares en los que todas sus personas activas se encuentran en paro, o trabajo no estable recogen en 2012 un 76,4% de las situaciones de pobreza real). Como consecuencia y en línea con las tesis de la Comisión Europea, el CES insiste en la necesidad de invertir en las personas y su educación, mejorando las políticas de empleo.

 

El redescubrimiento del fenómeno de la pobreza infantil.

 

Como consecuencia de la profundidad de la crisis se aprecia en Europa  un desplazamiento de  los mayores riesgos de pobreza a la población infantil y juvenil amenazando la equidad, la cohesión social e, incluso, la productividad futura de la sociedad europea. Por este motivo, la pobreza infantil constituye hoy una de las prioridades básicas de la Unión.

 

En el caso de Euskadi, si bien El Sistema de Garantía de Ingresos está contribuyendo a mitigar el deterioro de las familias con hijos/as, la pobreza infantil también existe y resulta necesario establecer políticas específicas dirigidas a su prevención.

 

Las personas con discapacidad, la gravedad del desempleo.

 

Es conocido el importante aumento del paro registrado que se está produciendo en nuestra Comunidad en los últimos años unida a una caída de la contratación. Pero esta situación es aún más grave para las personas con discapacidad. Para ellas, la caída de la contratación es dos veces y media superior a la general de la CAPV y el incremento del paro registrado 10 puntos superior al de la población total. Además las mujeres con discapacidad son contratadas en mucha menor medida que los hombres, en comparación con la media de Euskadi. De ahí que la promoción del empleo para este colectivo en concreto resulta especialmente necesaria. Dicho esto, es de justicia reconocer que la CAPV es un referente en políticas de empleo protegido para las personas con discapacidad  pero ello no es óbice, para que vista la tendencia ya apuntada, el CES insista en promover la educación inclusiva y el aprendizaje permanente para las personas con discapacidad así como hacer que los lugares de trabajo sean más accesibles, apoyando en definitiva la formación en el puesto de trabajo y el acceso al mercado de trabajo abierto para las personas con discapacidad que están en empleo protegido.